Tipos de cámaras hiperbáricas

¿Qué tipos de cámaras hiperbáricas existen? Guía clara y completa

La terapia con oxígeno hiperbárico (TOHB) se ha convertido en una herramienta terapéutica cada vez más reconocida para tratar una gran variedad de patologías. Pero cuando se habla de cámaras hiperbáricas, muchos se sorprenden al descubrir que existen diferentes tipos, cada una con características, funciones y aplicaciones distintas.

En este artículo te explicamos de forma sencilla y práctica qué tipos de cámaras hiperbáricas hay en el mercado y cómo se diferencian.

1. Cámaras monoplaza: tratamiento personalizado

Estas cámaras están diseñadas para tratar a una sola persona por sesión. Son las más utilizadas en clínicas privadas, centros de rehabilitación y bienestar, y cada vez más en domicilios particulares.

Sus características principales son:

• El paciente se encuentra acostado o sentado en una cápsula cerrada.

• La presión puede alcanzar hasta 3 ATA (atmósferas absolutas).

• El oxígeno se suministra por mascarilla, capucha o directamente en el ambiente.

• Su principal ventaja es que ofrecen un entorno individual, más cómodo y controlado.

Sin embargo, el personal médico no puede acceder al interior durante el tratamiento, por lo que su uso está limitado a pacientes estables.

2. Cámaras multiplaza: más capacidad, más posibilidades

Las cámaras multiplaza permiten atender a varios pacientes al mismo tiempo, y son ideales para hospitales o centros de alta complejidad.

En estas cámaras:

• La presión se genera en todo el habitáculo, mientras los pacientes respiran oxígeno por mascarilla.

• Se pueden tratar entre 2 y 20 personas simultáneamente.

• El equipo médico puede ingresar con el paciente, lo que permite realizar maniobras de emergencia, cuidados intensivos o asistencia durante la sesión.

Este tipo de cámara es imprescindible en situaciones graves como embolias gaseosas o accidentes de buceo.

3. Según el material: rígidas, semirrígidas y flexibles

Otra forma de clasificar las cámaras hiperbáricas es por su estructura física.

Cámaras rígidas

Son las más robustas y están hechas de acero o acrílico. Se utilizan principalmente en hospitales y centros especializados.

• Pueden alcanzar presiones muy elevadas (hasta 6 ATA).

• Permiten realizar cirugías o tratamientos complejos en su interior.

• Su instalación y mantenimiento requieren una inversión considerable.

Cámaras semirrígidas

Están fabricadas con materiales plásticos reforzados y ofrecen una solución intermedia entre las rígidas y las flexibles.

• Suelen trabajar a presiones medias (1,4–1,5 ATA).

• Son más ligeras, portátiles y económicas.

• Ideales para clínicas, fisioterapia y centros de bienestar.

Cámaras flexibles

Conocidas también como “soft chambers”, son inflables y extremadamente ligeras. Su uso es principalmente domiciliario o para aplicaciones de bienestar.

• Trabajan a presiones bajas (1,3 ATA).

• Son fáciles de transportar y almacenar.

• No están indicadas para patologías graves, pero sí para recuperación muscular, bienestar general o soporte neurológico leve.

4. Cámaras especiales: móviles y de entrenamiento

Existen también cámaras diseñadas para situaciones específicas:

• Cámaras móviles: montadas en remolques o contenedores, son ideales para intervenciones de emergencia, uso militar o zonas rurales sin acceso a hospitales.

• Cámaras de entrenamiento para buzos: se usan para simular inmersiones a profundidad y entrenar respuestas ante descompresión, pero también sirven para investigación médica o deportiva.

¿Cómo elegir la cámara adecuada?

La elección depende del tipo de tratamiento, la condición del paciente, el entorno de uso (clínico, hospitalario o doméstico), el presupuesto y el nivel de experiencia del personal que la opera.

Por ejemplo:

• Un centro de fisioterapia puede optar por cámaras semirrígidas monoplaza.

• Un hospital necesitará cámaras rígidas multiplaza para tratar pacientes críticos.

• Un particular interesado en bienestar o rendimiento deportivo podría elegir una cámara flexible.

Conclusión

El mundo de la medicina hiperbárica es mucho más amplio de lo que parece. Conocer los tipos de cámaras disponibles es clave para aprovechar al máximo esta terapia, adaptándola a cada necesidad. Ya sea para tratar una enfermedad grave, acelerar la recuperación muscular o mejorar el bienestar general, existe una cámara hiperbárica adecuada para cada situación.